Como
todo en la vida, deberíamos comenzar por el principio, que es hacer
las cosas como debemos. Lo cierto, o lo problemático en la situación
que vivimos hoy, nosotros y mucha más gente afectada por la mal
llamada crisis económica internacional, pues más que una crisis es
una estafa, una estafa creada por esos mismos que ahora salen a la
palestra a defendernos contra el Banco Central Europeo, o las
agencias que se dedican a subírnos la prima y a mentarnos la madre a
partes iguales, que es en lo que andamos ahora.
El
caso, es que ese principio que propongo, sufre un cambio, cuando leo
las noticias de los periódicos españoles, y aún peor cuando hecho
a mi faltriquera diarios de otros países europeos, donde se ve mejor
y más objetiva las políticas españolas, cosas que desde ciertos
medios de la vieja España, es imposible, tanto que es hasta
insultante, para el oyente, lector o televidente, que no esta afilado
a uno u otro partido político, que es lo que se lleva ahora para
trabajar en prensa, pues, no vale lo bueno que seas, las notas que
hayas tenido durante tu formación universitaria, ni los idiomas que
hables, lo importante es tu ideología, y cuanto más radical mejor
que mejor, y de paso, si con la entrega del curriculum, mandas una
fotocopia de tu carnet de afiliado a uno de los dos partidos, pues
miel sobre hojuelas.
Vayamos
al grano, cuando hablamos de incertidumbre a secas, nos referimos a
un termino muy español, durante toda la historia de nuestro país si
hay alguna palabra que la pueda describir a la perfección es esa
palabra: INCERTIDUMBRE, por lo menos en los últimos quinientos años.
La
Real Academia de la Lengua Española, dice así. Incertidumbre: Falta
de certidumbre. Sin más, lo cual nos lleva a buscar la palabra
certidumbre. A ella, se refiere el diccionario de la R.A.E, con lo
siguiente.
Certidumbre:
(Del lat. Certitûdo, Inis).
1.-
Certeza. (Conocimiento seguro y claro de algo).
2.-
ant. Obligación de cumplir algo.
Y
en cuanto al Principio de Incertidumbre, todo cambió un día de
1927, cuando el físico Werner Heisenberg, especialista en mecánica
cuántica, formuló la teoría con este mismo nombre. Este
principio establece la imposibilidad de que determinados pares de
magnitudes físicas sean conocidas con precisión arbitraria.
Sucintamente, afirma que no se puede determinar, en términos de la
física clásica, simultáneamente y con precisión arbitraria,
ciertos pares de variables físicas, como son, por ejemplo, la
posición y el momento lineal-cantidad de movimiento-, de un objeto
dado. En otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar
la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de
movimiento lineal y, por tanto, velocidad. Esto implica que las
partículas, en su movimiento, no tienen asociada una trayectoria
definida como lo tienen en la física newtoniana.
Hablando
en plata, cuanto más te centras en mejorar o en intentar suavizar
una situación, pierdes de vista, y dejas de valorar la cantidad de
elementos secundarios o cercanos que te afectan, de forma intrínseca,
primordial y necesaria. Hay veces, acabando lo dicho, en que cuando
la realidad te ahoga, cuando la sociedad se angustia en sobre manera,
no viene mal buscar la parte positiva, y reírse a la cara de los
problemas. Tal vez solo sea un principio de incertidumbre, pero es un
un principio. Tan valido como cualquier otro.
En
nuestra historia hay muchos principios de incertidumbre, tantos que
en alguna ocasión, se han solapado unos sobre otros, principio de
incertidumbre sobre principio de incertidumbre, haciendo que no se
vea la luz al final del túnel, ni a lo lejos tan siquiera, esa es
una de las situaciones actuales, tan grande son los principios y las
incertidumbres que nos rodean, que nos asolan, que nos llevan a la
desesperación, al miedo al futuro y al odio a la humanidad, que son
más grandes los monstruos que las esperanzas. De eso se valen los
gobernantes, del miedo para dominar a las masas, y no hay mejor
medicina para eso que la lucha, pero sobre todo el humor.
En
eso somos los primeros en el mundo, los mejores, en reírnos de
nuestras propias necesidades, de nuestras desgracias, no ha habido
principios de incertidumbre, o incertidumbres a secas, por muy
grandes y agrias, que no hayan tenido su contestación en forma de
humor, esa es nuestro antídoto, nuestra cura, para que durante estos
años no nos hayamos ido por el sumidero, o por lo menos no del todo.
Pues en España, todo hasta lo más trágico, acaba en chirigota
gaditana.
Por
ello, les invito a seguir esta publicación, en primer momento
quincenal, donde se darán cita, tanto cuantos clásicos llevados a
la moderna España, como las nuevas fábulas de nuestra sociedad, lo
que es en fin, las antiguas coplas-ya saben esa de con las bombas que
tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones-, las
siempre presentes y ya nombradas chirigotas y el humor gráfico. En
fin, convertir el dolor y la tensión en risas y cachondeo. Algo tan
español que duele.
Por eso, si les apetece sacarle la parte buena a la cascada de malas noticias, les invito a disfrutar de esta nueva página, de forma quincenal.
http://cuentoschinosespanoles.blogspot.fr/
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